Eduardo Arroyo es una figura clave en el arte contemporáneo español. Especialmente notable por su impacto a finales del siglo XX y principios del XXI. Nacido en Madrid en 1937 y fallecido en 2018, Arroyo se estableció como un artista multidisciplinario, abarcando la pintura, la escultura y la escenografía. Su obra está profundamente marcada por una visión crítica y satírica de la sociedad y la política. Utiliza para ello un estilo figurativo y narrativo que se distancia del abstracto predominante de su tiempo. Su trabajo es una amalgama de referencias culturales, históricas y literarias, que desafían y cuestionan las normas establecidas.
El torneo Roland Garros, conocido también como el Abierto de Francia, es uno de los eventos más prestigiosos del tenis mundial. Celebrado anualmente en París, este torneo de Grand Slam se distingue por su superficie de tierra batida, que exige una resistencia y habilidad únicas por parte de los jugadores. En 2024, Roland Garros está celebrando su 123 edición, del 20 de mayo al 9 de junio, reuniendo a los mejores tenistas del mundo en una competencia que combina tradición y excelencia deportiva. Este torneo no solo es un hito en el calendario deportivo, sino también un evento cultural que atrae a miles de aficionados y espectadores globales.
Cada año, Roland Garros encarga a un artista de renombre la creación del cartel oficial del torneo. Una tradición que subraya la intersección entre el deporte y el arte. En 1981, el encargo recayó sobre Eduardo Arroyo, quien aportó su visión única al cartel del torneo. Arroyo, fiel a su estilo distintivo, creó una litografía en la que el personaje protagonista aparece de espaldas, con una melena y una cinta en el pelo que lleva los colores de la bandera francesa. Se presume que el personaje es John McEnroe, uno de los tenistas más destacados de la época, conocido por su estilo de juego agresivo y emocional. Esta imagen es un ejemplo perfecto del enfoque irónico y narrativo de Arroyo, que combina elementos simbólicos con una estética vibrante y característica.
La litografía de Eduardo Arroyo para Roland Garros en 1981 es una obra muy apreciada por su singularidad y valor artístico. La pieza, una litografía a cuatro colores, mide 74,4 x 57,2 cm y fue producida en una edición limitada de 150 ejemplares. Esta obra fue estampada por Ateliers Lelong en París, consolidando su conexión con el ámbito artístico parisino y el prestigio del torneo. La representación del personaje con la melena y la cinta tricolor no solo rinde homenaje a la identidad francesa. Sino que también refleja el enfoque personal de Arroyo, que siempre ha buscado infundir su arte con un profundo sentido de narrativa y comentario social.
Con motivo de la edición de 2024 del torneo, la galería Orellana-5 ha decidido poner a disposición de sus clientes esta emblemática litografía de Eduardo Arroyo. Con esta iniciativa queremos facilitar a los coleccionistas y aficionados al arte el acceso a una pieza histórica que no solo celebra el talento de uno de los artistas más importantes de su generación, sino que también encapsula el espíritu del torneo Roland Garros. La galería ofrece así una oportunidad única de conectar con una obra que trasciende el deporte para convertirse en un símbolo cultural y artístico.