La obra gráfica ha sido un pilar fundamental en la trayectoria de Rafael Canogar. Esto le ha permitido trasladar su investigación pictórica al papel sin perder la intensidad de su lenguaje visual. Canogar ha explorado técnicas como la litografía, la serigrafía y otras. Desde sus primeras incursiones en el grabado hasta sus ediciones más recientes, se ha consolidado como una de las figuras más influyentes en el ámbito de la gráfica contemporánea en España.

A lo largo de su carrera, su producción gráfica ha reflejado la misma evolución que su obra pictórica. En sus primeras ediciones, vinculadas a la estética del informalismo, predomina un trazo enérgico y gestual que recuerda a sus composiciones de la época del grupo El Paso. La textura y la materia adquieren protagonismo en estas estampas, donde la expresividad del gesto es el eje central de la imagen.

Crecimiento como artista

En los años 70, su incursión en la figuración crítica se traduce en una serie de grabados . En ellos, la representación de multitudes, el juego de luces y sombras y la fragmentación de la imagen refuerzan la carga narrativa de sus composiciones. Durante esta etapa, sus estampas dialogan con sus obras pictóricas, manteniendo una fuerte dimensión social y política.

Sin embargo, es a partir de los años 90 cuando su producción gráfica alcanza una de sus etapas más depuradas. Su regreso a la abstracción geométrica lo lleva a desarrollar un trabajo en el que el relieve, la superposición de planos y la interacción entre formas y espacios se trasladan al grabado con una maestría excepcional. La exploración del volumen en la superficie del papel se convierte en una constante en sus ediciones. En ellas, la combinación de colores sólidos y el uso de contrastes generan efectos de profundidad y movimiento.

Uno de los aspectos más notables de la obra gráfica de Rafael Canogar es su capacidad para adaptar la tridimensionalidad de su pintura al plano del papel. A través de recursos como la estampación en relieve, el gofrado y el uso de tintas con densidades variables, Canogar consigue que sus grabados conserven la misma fuerza visual que sus piezas de gran formato. En este sentido, su obra gráfica no es una mera reproducción de su pintura. Es un campo de experimentación en el que ha desarrollado nuevas posibilidades plásticas.

Su obra en la Galería Orellana

Actualmente, la obra gráfica de Rafael Canogar puede encontrarse en la Galería Orellana-5. Lugar de encuentro para coleccionistas y aficionados donde tienen acceso a ediciones originales que reflejan la evolución de su lenguaje artístico. Desde sus primeras serigrafías hasta sus creaciones más recientes, su producción sobre papel sigue siendo una referencia en el panorama del grabado contemporáneo.

Su trayectoria ha estado marcada por la innovación y la búsqueda constante de nuevos lenguajes. Rafael Canogar ha logrado situar su obra gráfica al mismo nivel que su pintura, consolidándose como uno de los grandes nombres del arte español. Su dominio del papel, la tinta y el relieve demuestra que el grabado no es solo una técnica. También es una forma de expresión que, en sus manos, se convierte en un medio de exploración artística sin límites.

Rafael Canogar y su legado en el arte contemporáneo

La figura de Rafael Canogar trasciende su propia obra. Su trayectoria ha influido de manera decisiva en el desarrollo del arte español y ha dejado una huella en varias generaciones de artistas. Canogar ha sido un referente constante en la renovación del lenguaje pictórico y gráfico en España. Desde su papel como miembro fundador del grupo El Paso hasta su evolución hacia una abstracción estructural y volumétrica en su última etapa.

Uno de sus principales aportes ha sido la reivindicación del arte como espacio de experimentación. Su primera etapa, vinculada al informalismo, abrió el camino a una nueva concepción de la pintura en la posguerra española. Con gran influencia sobre artistas que posteriormente explorarían la materia y el gesto en sus propias creaciones. Su incursión en la figuración crítica durante los años 60 y 70 sirvió como precedente para una generación de creadores que buscaban introducir el compromiso social en su obra, utilizando el arte como herramienta de reflexión y denuncia.

Abstracción geométrica

Sin embargo, su regreso a la abstracción geométrica a partir de los años 90 fue lo que generó una de sus influencias más duraderas. Su uso del relieve y la superposición de planos, la construcción de volúmenes en la superficie pictórica y la exploración del espacio han sido puntos de referencia para artistas contemporáneos que trabajan la relación entre la pintura y la escultura. Su capacidad para sintetizar la forma sin perder expresividad ha inspirado a creadores que buscan una abstracción más depurada, pero igualmente cargada de significado.

Rafael Canogar Cabezas N 3 90 244
Rafael Canogar / Cabezas nº 3-90 / 1990 Grabado sobre papel Michel de 250 gr. /Medida de papel: 112,5 x 75,5 cm. / Medida de mancha: 98 x 64 cm. / Edición: 50 / 1.350€ + IVA

En el ámbito de la obra gráfica de Rafael Canogar, ha innovado en el uso de la serigrafía, la litografía y el grabado calcográfico. Ha adaptando a estos medios la riqueza matérica y volumétrica de su pintura. Su trabajo ha servido de modelo para nuevas generaciones de grabadores, quienes han encontrado en su obra una síntesis entre el rigor técnico y la experimentación plástica.

Además de su influencia a nivel artístico, es fundamental su papel en la institucionalización del arte contemporáneo en España. Como miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y con una destacada presencia en museos e instituciones de prestigio, Rafael Canogar ha contribuido a consolidar la relevancia del arte abstracto español en el contexto internacional. Su legado sigue vivo en los creadores que han seguido explorando la materia, la forma y el color con la misma intensidad que él lo ha hecho a lo largo de su carrera.

Rafael Canogar: La madurez de la abstracción y el juego de volúmenes

Desde la década de 1990, la obra de Rafael Canogar ha experimentado una profunda depuración formal. Este hecho lo ha llevado a una síntesis de su lenguaje abstracto. Su regreso definitivo a la abstracción supuso un punto de inflexión en su trayectoria, consolidando un estilo en el que la geometría, el relieve y la luz desempeñan un papel central. Lejos del informalismo gestual con el que se dio a conocer en los años cincuenta, en esta etapa Canogar apuesta por la construcción de volúmenes en la superficie pictórica, explorando los límites entre la pintura y la escultura.

El uso del relieve y la superposición de planos se convirtieron en una de sus principales señas de identidad. En sus obras, los elementos pictóricos parecen emerger del soporte, generando juegos de luces y sombras que otorgan a la composición una sensación de tridimensionalidad. En esta línea, sus piezas de gran formato combinan el rigor geométrico con una gran riqueza matérica. Mediante la incorporación de texturas y contrastes cromáticos, intensifica la percepción del espacio.

Durante estos años, Rafael Canogar ha desarrollado un lenguaje más sobrio y esencialista, en el que la economía de recursos refuerza la expresividad de la obra. Su paleta, que en otras épocas se había caracterizado por una gestualidad más visceral, se concentra ahora en tonos sólidos y equilibrados, donde los juegos de negros, blancos y ocres adquieren un protagonismo especial. Esta depuración formal no significa un distanciamiento de su compromiso con la historia y la sociedad; al contrario, sus composiciones siguen transmitiendo una fuerte carga simbólica y conceptual, propia de un artista que ha sabido evolucionar sin perder la esencia de su discurso.

Evolución de su obra gráfica

Paralelamente a su producción pictórica, su trabajo en el ámbito de la obra gráfica de Rafael Canogar ha mantenido un desarrollo constante. En sus ediciones de serigrafía y litografía, se percibe esta misma evolución hacia un lenguaje abstracto más estructurado, donde el juego entre forma, materia y color continúa siendo el eje de su exploración. En la Galería Orellana-5, coleccionistas y aficionados pueden encontrar su obra gráfica más reciente, una muestra excepcional de esta última etapa en la que la síntesis visual y la experimentación con la impresión han dado lugar a piezas de gran calidad artística y técnica.

Obra gráfica de Rafael Canogar_Kisame
Rafael Canogar / Kisame 2025
Grabado sobre plancha de polímero, chine collé y collage contracolado en papel hahnemühle 300 gr / Medida de papel: 26 x 32 cm / Medida de mancha: 18 x 22,5 cm / Edición: 30 / 450€ + IVA

A lo largo de estos años, Canogar ha seguido obteniendo reconocimiento internacional. Su obra ha estado presente en exposiciones individuales y colectivas en importantes instituciones. Por ejemplo, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Centre Pompidou de París y el MoMA de Nueva York. Su contribución al arte español se mantiene vigente, y su capacidad de reinvención lo ha convertido en un creador imprescindible dentro del panorama contemporáneo.

Obra gráfica de Rafael Canogar y la renovación del arte español

Hablar de Rafael Canogar es hablar de una de las figuras clave en la transformación del arte contemporáneo español. Su trayectoria ha sido fundamental en la evolución de la pintura y la obra gráfica en España desde mediados del siglo XX,. Esto lo ha consolidado como un referente dentro de la vanguardia artística. A lo largo de su carrera, ha explorado distintas corrientes, desde la abstracción gestual hasta la figuración comprometida, para luego regresar a un lenguaje abstracto en el que el volumen, la materia y la luz adquieren un papel esencial.

En 1957, Rafael Canogar fundó el Grupo El Paso, junto a artistas como Antonio Saura, Manuel Millares, Luis Feito y Pablo Serrano. Esta agrupación marcó un punto de inflexión en el arte español, introduciendo el informalismo