
Martín Chirino
Las Palmas de Gran Canaria, 1935 - Madrid, 2021
Martín Chirino fue uno de los escultores más relevantes de la segunda mitad del siglo XX en España. Reconocido internacionalmente por su dominio del hierro y su capacidad para fusionar la tradición escultórica con una visión innovadora y contemporánea, su obra ha trascendido fronteras y continúa siendo una de las más representativas del arte moderno en España.
Chirino nació en Las Palmas de Gran Canaria y desde joven mostró interés por la escultura. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de su ciudad natal y, más tarde, en Madrid, donde se formó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. A finales de los años 50, se trasladó a París, donde tuvo contacto con los movimientos vanguardistas de la época. Durante su estancia en la capital francesa, fue influenciado por la escultura abstracta y los movimientos minimalistas, lo que marcó un punto de inflexión en su obra.
En 1958, Chirino fundó junto a otros artistas canarios el grupo "Los Canarios", que fue crucial en la introducción de la modernidad en el arte de las Islas Canarias. Este grupo se comprometió con una visión renovadora de la escultura, alejándose de las influencias clásicas y tradicionales y apostando por el desarrollo de un lenguaje artístico que fusionara las formas geométricas con el trabajo de la materia.
El trabajo de Chirino está profundamente marcado por la relación entre el espacio y la materia, especialmente el hierro, que se convirtió en su material predilecto. Entre sus obras más emblemáticas destacan las series de "Agujeros Negros" y las "espirales". Las primeras, con su forma abierta y dinámica, evocan la noción del vacío y la energía, mientras que las segundas, cargadas de simbolismo, están relacionadas con la naturaleza y el movimiento. Estos elementos, que exploran las conexiones entre el arte, la ciencia y la naturaleza, le permitieron a Chirino hacerse un nombre en la escultura contemporánea, transformando un material tan rígido como el hierro en formas fluidas y orgánicas.
A lo largo de su carrera, Chirino no solo exploró la escultura, sino que también trabajó en proyectos de escultura monumental, intervenciones públicas y exposiciones colectivas que lo llevaron a exponer en instituciones internacionales de prestigio. Entre ellas, destacan el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, la Fundación Martín Chirino en Las Palmas de Gran Canaria (donde se conserva una gran parte de su legado), y el Museo de Arte Abstracto Español en Cuenca.
La obra de Chirino ha sido parte de numerosas colecciones públicas y privadas, y su estilo ha sido reconocido por su capacidad para integrar elementos de la cultura canaria con el arte contemporáneo. También destacó por su trabajo en escultura monumental, donde sus obras se han exhibido en diversos espacios urbanos de renombre internacional.
Martín Chirino recibió numerosos premios y distinciones a lo largo de su carrera. Entre ellos se destacan el Premio Nacional de Escultura en 1982, el Premio Canarias de Bellas Artes en 2011 y el Premio Tomás Francisco Prieto en 2018. En 2004, recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, un reconocimiento a su incansable contribución a las artes y su influencia en generaciones de artistas.
A pesar de su éxito internacional, Chirino nunca dejó de estar vinculado a su tierra natal. Su labor como educador y su dedicación a la promoción de las artes en Canarias dejaron una huella profunda en la cultura insular. Su obra sigue siendo estudiada y admirada por su capacidad para transformar el hierro en poesía visual, sus formas metálicas que vibran con la energía del espacio y su mirada visionaria que conecta el arte con la naturaleza y la historia.
Martín Chirino falleció en Madrid en 2021, dejando un legado imborrable en el arte contemporáneo y una profunda influencia en el panorama escultórico español e internacional.

José Pedro Croft
Oporto, Portugal, 1957
José Pedro Croft es un destacado artista portugués cuya obra abarca diversas disciplinas, siendo particularmente reconocido por su exploración de la escultura, el dibujo y el grabado. Su trabajo ha sido clave en la redefinición de la escultura contemporánea portuguesa, pero también ha dejado una profunda huella en el mundo del grabado, donde ha experimentado con técnicas tradicionales y contemporáneas para crear piezas que exploran la relación entre el espacio, la geometría y la luz.
Croft comenzó su formación artística en el Instituto de Arte de Oporto y continuó en la Escuela Superior de Bellas Artes de Lisboa. Aunque se formó inicialmente en pintura y escultura, fue en el grabado donde encontró un campo especialmente fértil para su experimentación. Desde sus primeros trabajos, se sintió atraído por la capacidad del grabado para reinterpretar el espacio y las formas, elementos que ya formaban parte de su obra escultórica. Su aproximación al grabado es única, pues combina las influencias de la abstracción geométrica con una sensibilidad particular por la materia y la textura.
Su producción gráfica abarca una amplia variedad de técnicas, desde el aguafuerte, aguatinta y litografía, hasta innovaciones propias que exploran la interacción entre la forma y el espacio. En sus grabados, Croft ha logrado crear composiciones complejas en las que las líneas y las formas geométricas se entrelazan y se despliegan, generando una atmósfera dinámica, casi arquitectónica. Al igual que en su escultura, en el grabado Croft se interesa profundamente por la relación entre el vacío y la forma, y cómo la luz puede transformar la percepción de una imagen bidimensional. Su habilidad para manejar las sombras y los contrastes en la superficie del papel le permite dar a sus obras un carácter tridimensional, como si estuvieran emergiendo del plano.
A lo largo de su carrera, Croft ha producido una serie de series gráficas que han sido exhibidas en importantes galerías y museos, destacando no solo por la maestría técnica, sino también por la profundidad conceptual de sus obras. Entre sus series más conocidas se encuentran "Países Imaginarios", que refleja su interés por la creación de paisajes y estructuras abstractas, y "Arquitectura del Tiempo", donde juega con la repetición y la variación, características del grabado, para evocar la idea del paso del tiempo.
Además de su trabajo en la creación de obras individuales, Croft ha sido comisario de proyectos gráficos y ha trabajado en colaboraciones con otros artistas, fomentando el grabado como un medio de expresión que, si bien tiene sus raíces en la tradición, también puede evolucionar hacia nuevos territorios experimentales. Su labor en el grabado le ha valido el reconocimiento tanto dentro de Portugal como en el ámbito internacional, y ha sido objeto de exposiciones y proyectos específicos en torno a este medio.
En cuanto a sus exposiciones de grabado, destacan aquellas organizadas en instituciones como el Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Lisboa, la Fundação Serralves en Oporto y el Museo de Arte de Oporto, donde su obra ha sido objeto de retrospectivas y exposiciones dedicadas al grabado como una de las facetas clave de su producción artística.
A lo largo de su carrera, José Pedro Croft ha combinado el grabado con la escultura monumental y la instalación, creando intervenciones que exploran la relación entre la obra y el espacio en el que se presenta, ya sea en el entorno urbano o en la galería. Su faceta como grabador ha sido un complemento perfecto a su producción escultórica, enriqueciendo la experiencia del espectador a través de la interacción de la forma, el espacio y la luz, elementos fundamentales en su universo artístico.

José María Sicilia
Madrid, 1954
José María Sicilia Fernández-Shaw es un artista español cuya obra transita entre lo contemplativo y lo experimental, reconocido por su investigación constante de la luz, la materia y el espacio. Nacido en Madrid en 1954, comenzó sus estudios en la Facultad de Bellas Artes de San Fernando, pero muy pronto sintió la necesidad de ampliar horizontes. En 1980 se trasladó a París, donde su contacto con otros movimientos artísticos internacionales le permitió replantear el sentido de lo pictórico y explorar técnicas que iban más allá de los medios tradicionales.
Su obra inicial durante los años ochenta se caracteriza por una figuración expresiva: naturalezas muertas, objetos domésticos, paisajes urbanos, pinceladas gestuales intensas. A partir de mediados de esa década, Sicilia emprende una transformación hacia la abstracción y hacia el estudio de la textura y la luz. Comienza a trabajar con cera, barnices, materiales transparentes o velados que le permiten construir superposiciones sutiles y superficies que parecen vibrar con el paso de la luz. También incluye grabado, instalación y obra sobre papel, desarrollando series coherentes donde cada obra precede o anticipa la siguiente.
Uno de sus proyectos más emblemáticos es Las Mil y una Noches (1996-2016), realizado en colaboración con Michael Woolworth. En esta serie, los cinco volúmenes editados constituyen un compendio de imágenes que dialogan con la memoria, la literatura, el paso del tiempo, y muestran la dimensión simbólica del infinito como metáfora de lo interno, de lo que no siempre se ve pero se intuye. Otra obra destacada es La locura del ver, expuesta en la Calcografía Nacional en Madrid, donde presentó las piezas de Las Mil y una Noches junto con estampas recientes que confrontan fenómenos como la percepción visual, el accidente, lo fractal, lo cuántico, lo que está más allá de lo meramente visible.
En exposiciones recientes ha seguido renovando su propuesta. En 2024 presentó El final del cuento en la galería Prats Nogueras Blanchard en Madrid, con piezas de 2023-2024 que incorporan materiales como latón, bordado, papel japonés, cristal de Murano, óleo, lo que muestra tanto su dominio técnico como su voluntad de combinar materiales distintos para generar tensión entre lo frágil y lo opulento. También ha participado en muestras colectivas como Juan Uslé, José María Sicilia. La pintura en el Parlamento de Cantabria, y Reversos en el Museo del Prado, que permiten ver su obra en diálogo con otros artistas y con el espacio histórico del museo.
Sicilia ha recibido importantes reconocimientos. En 1989 obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura de España. En 2015 le fue concedida la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. También ha sido premiado por su labor en el arte gráfico con el Premio Nacional de Arte Gráfico, distinción que subraya su capacidad no solo pictórica, sino su dominio del grabado y la obra sobre papel. Vive y trabaja entre París y Sóller (Mallorca), manteniendo un taller activo en ambos lugares, lo que le permite conjugar el ritmo urbano con la intimidad y la luz mediterránea.
Su obra forma parte de colecciones de instituciones de prestigio como el Museo Reina Sofía (Madrid), el CAPC de Burdeos, el CAAM en Canarias, el Museo Guggenheim y el MoMA en Nueva York, entre otras. Sus piezas suelen invitar a una contemplación pausada, a reconocer aquello que aparece justo en el umbral de lo visible: sombras, reflejos, transparencias, lo que se desvanece. Esa tensión entre presencia y ausencia, fragilidad y materia, ha definido su trayectoria como la de un artista que no se repite, que vive atento a los cambios de luz, al pulso del material y a la evocación poética que puede surgir de lo sutil.

Marco Rountree
Ciudad de México, 1982
Marco Rountree Cruz es un artista visual mexicano cuya obra se mueve en la intersección del ornamento, lo natural, lo cotidiano y lo experimental. Su práctica incluye dibujo, instalación, escultura, obra sobre papel, video e intervenciones arquitectónicas, siempre con una sensibilidad hacia los materiales humildes, lo visceral y lo decorativo como vía para transformar la percepción de lo ordinario.
Aunque Rountree no pasó por una formación formal de Bellas Artes reconocida como la universitaria tradicional, desarrolló tempranamente su mirada en colectivos y espacios alternativos de Ciudad de México. Esa experiencia le dio libertad para explorar con grafiti, collage, dibujo, intervención directa de objetos y estructuras, lo que cimentó una obra inquieta, en la que el ornamento no es simple adorno sino estructura poética y conceptual.
Una de sus exposiciones individuales más recientes es Flores y fantasmas (2024) en guadalajara90210, Guadalajara, en la que explora la idea del fantasma —lo que no se ve plenamente— mediante materiales como papel, pigmentos y bordados, jugando con la transparencia y la sombra. Otra muestra importante fue Hipocampo (2020) en el Museo Universitario del Chopo de Ciudad de México, donde presentó piezas de mayor escala y una experimentación más intensa con lo escultórico, integrando vegetales secos, pigmentos sobre madera, y estructuras que invitan al espectador a moverse físicamente alrededor de la obra.
En 2016 destacó su proyecto Muralismo Floritural, que combinó pintura mural, instalación ligera y ornamentación vegetal abstracta, desdibujando los límites entre lo escultórico, lo pictórico y lo ambiental. En esa exposición, Rountree trabajó con materiales como pladur, madera, pigmentos y elementos orgánicos, generando microespacios que parecen jardines alterados, paisajes intervenidos donde la naturaleza se convierte en estructura decorativa.
Internacionalmente, ha participado en exposiciones colectivas relevantes como This is not a void en la Galería Luisa Strina, São Paulo, Brasil, y en trienales o bienales dentro de América Latina y el Caribe. En ediciones anteriores, su obra ha estado presente en la Segunda Trienal Poligráfica de San Juan (Puerto Rico), en muestras organizadas por la Colección Jumex (México), y en espacios como Fundación Jumex con proyectos que lo vinculan con otros artistas contemporáneos interesados en la materialidad y la exploración visual.
Aunque hasta ahora no se ha señalado (al menos en las fuentes consultadas) un premio nacional de gran escala de corte institucional comparable al Premio Nacional de Artes Plásticas u otras grandes distinciones estatales, su reconocimiento en ferias de arte, galerías internacionales y la inclusión de su obra en colecciones tanto privadas como públicas indican una carrera en ascenso constante. Actualmente vive y trabaja en Ciudad de México, manteniendo un taller activo donde experimenta con materiales diversos: bordados, papeles diversos, elementos vegetales y no vegetales, estructuras modulares. En sus piezas recientes se aprecia un contraste más marcado entre lo frágil y lo monumental, lo hecho a mano y lo industrial, lo natural y lo intervenido. Su trabajo invita a detenerse sobre aquello que suele pasar desapercibido —las texturas, las leves imperfecciones, las transparencias— y a considerar el ornamento como forma de pensar, como memoria visual, como vínculo entre lo corporal, lo vegetal y lo arquitectónico

Juan Muñoz
Madrid, 1953 – Ibiza, 2001
Juan Muñoz Torregrosa nació el 17 de junio de 1953 en Madrid. Desde joven desarrolló una sensibilidad estética que lo llevaría a formarse en Inglaterra, donde estudió en el Central School of Art and Design y en el Croydon College, y más tarde en Estados Unidos gracias a una beca Fulbright en el Pratt Graphic Center de Nueva York. Su carrera artística se orientó hacia la escultura y la instalación, campos en los que creó un lenguaje personal basado en la relación entre figura humana, arquitectura y narración implícita.
En los años ochenta comenzó a exponer de manera regular, primero en la Galería Fernando Vijande de Madrid y poco después en instituciones europeas y norteamericanas. Su obra inicial se caracterizó por el uso de materiales como la resina y la cartapesta, con figuras monocromas, a menudo reducidas, que transmiten una presencia silenciosa y enigmática. A partir de los noventa, Muñoz desarrolló instalaciones en las que grupos de personajes interactúan en espacios arquitectónicos concebidos como escenarios, donde el espectador se ve convertido en parte de la obra.
Una dimensión menos conocida, pero fundamental, de su trayectoria es su producción gráfica y de obra sobre papel. Desde principios de los ochenta cultivó el dibujo como un espacio paralelo a la escultura. Lejos de ser simples bocetos, estos trabajos constituyen un corpus autónomo en el que exploró los mismos temas que marcaron su escultura: la soledad, el silencio, la figura velada y la ambigüedad del espacio. Series como los Raincoat Drawings, ejecutadas sobre papel oscuro con trazos blancos, muestran su interés por lo oculto y lo fantasmático, mientras que otros dibujos se centran en perspectivas arquitectónicas, escaleras, esquinas o figuras de espaldas, anticipando las atmósferas de sus instalaciones. En el ámbito gráfico, Muñoz alcanzó una síntesis de economía expresiva y profundidad conceptual: líneas mínimas, juegos de sombra y vacío que convierten al dibujo en un laboratorio de ideas y en un medio de plena autonomía artística.
En paralelo, su obra tridimensional alcanzó una proyección internacional sin precedentes. En 2000 recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas en reconocimiento a una trayectoria que había transformado el concepto de instalación en España y lo había proyectado al circuito internacional. Un año más tarde presentó Double Bind en la Sala de Turbinas de la Tate Modern de Londres, un ambicioso proyecto concebido para uno de los espacios más emblemáticos del arte contemporáneo. Allí desplegó pasarelas, huecos y escenas fragmentarias que convertían al espectador en un protagonista inquieto, enfrentado a figuras que observaban desde la penumbra o permanecían ocultas. Esta obra, la más monumental de su carrera, se inauguró poco antes de su fallecimiento repentino en Ibiza en agosto de 2001, a los 48 años.
Tras su muerte, su legado ha sido objeto de numerosas exposiciones retrospectivas. El Museo Reina Sofía le dedicó una muestra en 1996, y en 2008 se organizó una itinerancia entre el Guggenheim Bilbao y la Fundação Serralves de Oporto. Más recientemente, en 2023 el Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) de Móstoles presentó En la hora violeta, centrada en sus primeros años, y la Sala Alcalá 31 acogió Todo lo que veo me sobrevivirá, que profundizó en su universo poético. En 2024, el Museo Tamayo de Ciudad de México presentó Las historias que no contamos, y en 2025 el Museo del Prado inaugurará Historias de Arte, una lectura de su obra en diálogo con la tradición artística española e internacional.
La influencia de Muñoz se extiende más allá de la escultura y la instalación. Su obra gráfica, sus piezas para radio como A Man in a Room, Gambling, realizadas con Gavin Bryars, y sus ensayos breves muestran un creador de gran versatilidad que supo combinar disciplinas para construir un lenguaje propio. Su legado se sostiene en la fuerza de sus personajes mudos, de sus arquitecturas imposibles y de sus dibujos en los que lo mínimo revela lo esencial. Hoy, Juan Muñoz es recordado como uno de los artistas españoles más influyentes de finales del siglo XX, un creador que supo llevar la escultura más allá de lo objetual y transformar el espacio en un relato abierto. Tanto en el monumental silencio de sus figuras como en la intimidad de sus dibujos, su obra sigue interrogando al espectador y situándolo frente al misterio de lo que no se dice, de lo que se intuye y de lo que permanece en el umbral de lo visible.

Antón Lamazares
Maceira (Lalín, Pontevedra), 1954
Antón Lamazares creció en el entorno rural gallego, cuya naturaleza, silencio, paisaje y memoria marcarían profundamente su sensibilidad artística. Nació el 2 de enero de 1954 en la aldea de Maceira, en Lalín, y parte de su niñez la pasó como interno en el convento franciscano de Herbón, entre 1963 y 1969, época de lecturas clásicas y primeros poemas, y de observación del entorno natural y la soledad. Fiel a su vocación autodidacta, emprendió en 1972 un viaje por Europa para estudiar de cerca la pintura de maestros como Van Gogh, Paul Klee, Rembrandt o Miró; experiencias que después dialogarían con Tàpies, Millares, Bacon y Giacometti en su formación artística temprana.
Sus primeros cuadros, en la década de los setenta y principios de los ochenta, muestran un expresionismo lúdico, algunas influencias del arte povera, el juego con el color, la figura y los objetos mínimos, y una paleta vibrante. A medida que avanza la década, su pintura se convierte en materia, en superficie trabajada, en soporte físico (madera, cartón) con barnices, capas de pintura industrial, texturas que evocan corteza de árbol, cortejos de luz quebrada, heridas, paisajes internos y territorios de la emoción. Series importantes de estos años son Gracias vagabundas, Desazón de vagabundos, Titania e Brao y Eidos de Rosalía, entre otras, donde cartón, madera, barniz y texturas se combinan para hacer de la pintura algo escultórico, atmosférico, poético.
Una parte menos visible pero esencial en su obra es su trabajo gráfico. Lamazares ha realizado grabados al aguafuerte y xilografías, litografías, serigrafías y libros de artista. Por ejemplo, la Serie Brasas y Baldío (1992) incluye grabado al aguafuerte y xilografía. Ha colaborado también con textos literarios, proveyendo ilustraciones gráficas en ediciones de libros de artista, como en El Canto de la Cabeza, con textos de Gustavo Martín Garzo, o Itinerarium de Egeria, con litografías. En sus obras gráficas prevalecen la economía expresiva, las texturas rugosas, los contrastes entre luces y sombras, lo que se sugiere más que lo que se muestra, una presencia fragmentaria de la naturaleza, del paisaje, de lo vegetal y lo aireado, de lo poético. El papel, el cartón o grabado sobre superficies rugosas, a menudo contrastan con sus pinturas mayores pero comparten un mismo espíritu de búsqueda, de memoria y paisaje íntimo.
En los noventa y en los primeros años del siglo XXI, su obra pictórica continuó ampliando escala y profundidad. Realizó piezas de gran formato, bifrontes (que pueden verse por ambas caras), exploraciones sobre madera que no sólo sirven de soporte sino que participan de la obra como estructura física y simbólica. Desde 2004 reside en Berlín, lo que añadió a su producción una dimensión más internacional, manteniendo diálogo con su Galicia natal, con la naturaleza, con lo simbólico y lo matérico.
Lamazares ha sido objeto de numerosas exposiciones tanto en España como en el extranjero. Su obra está presente en instituciones como el Museo Reina Sofía, el Centro Galego de Arte Contemporánea, el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, el Marugame Hirai de Japón, entre otras. Sus muestras recientes han seguido reuniendo pintura, obras gráficas, instalaciones —poniendo de relieve que su producción gráfica no es solo auxiliar sino fundamental para entender su obra completa—.
Hoy, Antón Lamazares es considerado uno de los artistas más importantes de la generación de los años ochenta en España. Su trabajo propone una relación muy profunda entre materia y silencio, memoria y paisaje, entre pintura y poesía. Su obra gráfica, sus grandes pinturas atmosféricas, sus superficies expresivas y sus series poéticas lo sitúan como un creador que no busca impresionar con lo visible, sino conmover con lo latente, con lo que se sugiere, con lo que permanece en los intersticios del recuerdo.

Entre la espontaneidad de las pinceladas contrastadas y la equidad de unas líneas rectas, el artista plasma la antítesis del orden asentado representado por una figura geométrica de un lado y, la pureza de un gesto natural y salvaje del otro.
La obra de Eric-Henri Dewambrechies plasma la necesidad de unir el instinto humano con la parte racional que tiene cada individuo.
El movimiento instintivo de nuestras raíces y el sentido recto de nuestras mentes disciplinadas, dos fuerzas fundamentales, opuestas y complementarias
Lo racional y lo irracional se complementan. Separado tienen menos interés.

Eva Lootz
Viena, 1940
Eva Lootz es una de las figuras más influyentes del arte contemporáneo español, cuya obra abarca diversas disciplinas como la escultura, el dibujo, la instalación, y el grabado. A lo largo de su carrera, Lootz ha sido reconocida por su capacidad para explorar y experimentar con diferentes materiales y técnicas, buscando siempre una profunda interacción entre sus obras y el espacio, así como con los conceptos de memoria, tiempo y naturaleza.
Lootz comenzó su formación artística en Viena, donde estudió en la Academia de Bellas Artes, pero fue en Madrid, donde se estableció en 1964, donde realmente comenzó a desarrollar su estilo personal. Desde sus inicios, su obra estuvo vinculada al estudio de la escultura, pero fue a lo largo de los años 70 cuando comenzó a integrar el grabado como una de las formas más significativas en su proceso creativo.
Aunque Eva Lootz es principalmente conocida por su escultura y su trabajo en el ámbito de las instalaciones, el grabado ha jugado un papel esencial en su práctica artística. Desde sus primeras experiencias con el grabado, Lootz ha desarrollado una técnica singular que integra la experimentación material con un profundo simbolismo. El grabado se convirtió en un medio para reflexionar sobre la historia, el paisaje y la memoria colectiva, utilizando la repetición y la transformación de la imagen para generar una interacción entre el espectador y la obra.
A lo largo de los años, Lootz ha trabajado con diversas técnicas de grabado, tales como aguafuerte, aguatinta, litografía y serigrafía, adaptando cada una de estas a sus inquietudes artísticas. A menudo, sus grabados se presentan como piezas de gran formato que permiten una lectura más profunda y compleja de los temas que aborda. Uno de los elementos recurrentes en su obra gráfica es la materia orgánica y su relación con el tiempo. El grabado, al igual que la escultura, se convierte en un vehículo para explorar la transitoriedad de los materiales y la fragilidad de la naturaleza humana.
Una de las series más emblemáticas de su producción gráfica es la serie titulada “Raíz y Memoria”, en la que explora la impronta del tiempo sobre la naturaleza, utilizando el grabado para captar la huella de elementos orgánicos. En esta serie, Lootz utiliza las tecnologías de impresión más tradicionales, pero introduce un enfoque contemporáneo en su tratamiento de los materiales, mostrando la interacción entre la huella de la naturaleza y la estructura de la superficie sobre la que trabaja.
En sus trabajos de grabado, Lootz utiliza las posibilidades del medio para crear una atmósfera donde el espacio y la forma se convierten en extensiones del tiempo. Las texturas, las sombras y las líneas creadas a través del grabado no solo responden a una estética visual, sino que invitan a una reflexión más profunda sobre los procesos de memoria y transformación. La artista utiliza los grabados para investigar cómo las huellas de la naturaleza, la historia y el contexto cultural se plasman en las superficies, creando una conexión entre lo personal y lo colectivo.
A través del grabado, Lootz también ha logrado crear un puente entre la escultura y la obra gráfica, ya que muchas de sus piezas de grabado se consideran la base para sus esculturas e instalaciones. En su obra gráfica, la textura y la capa de material se convierten en una extensión del concepto de estratificación, un tema recurrente en su obra escultórica, donde la acumulación de capas y la transformación del material reflejan los procesos de cambio, la memoria y el paso del tiempo.
El trabajo de Eva Lootz en el ámbito del grabado ha sido ampliamente reconocido tanto a nivel nacional como internacional. Sus grabados han sido exhibidos en prestigiosas galerías y museos, como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Fundación Juan March, y el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, donde se han explorado sus contribuciones al grabado contemporáneo en relación con su práctica escultórica. Además, Lootz ha sido galardonada con numerosos premios y distinciones a lo largo de su carrera, reconociendo no solo su labor como escultora, sino también su trascendental impacto en el grabado y otras disciplinas artísticas.

Fernando Verdugo nació en Sevilla en 1942.
Practica el dibujo y la pintura desde niño, y muy pronto entra en contacto con el mundo cultural que le rodea. De su formación heterodoxa recuerda con cariño los cursos de dibujo de D. Miguel Pérez Aguilera, en la Escuela de Bellas Artes santa Isabel de Hungría.
En 1966 es galardonado con el PREMIO DE PINTURA establecido por la Galería LA PASARELA, impulsora de la renovación del arte sevillano.
Después de trasladarse a Madrid, reside un año en Nueva York donde instala su taller y realiza una edición de litografías para el editor de arte neoyorquino LEÓN AMIEL.
Verdugo, siempre estimulado por los movimientos artísticos internacionales viaja a menudo a Francia, y reside nueve años en Holanda. Trabaja para la Galería de arte D'Eendt de Amsterdam, y entra en contacto con el surrealismo nórdico.
En 1982, regresa definitivamente a Madrid y reflexiona sobre las fronteras entre la abstracción y la figuración, entre la realidad y el espejismo. Verdugo alterna la pintura con los trabajos gráficos. En su taller de grabado aplica diversas técnicas para dotar de calidad matérica a su obra gráfica y experimenta con nuevas fórmulas en dicho soporte.
A partir de 1991, Verdugo se ve inmerso en un planteamiento plástico y personal que le hará rastrear en sus orígenes, u buscar las huellas de la Sevilla de la que partió, y a la que nunca dejó atrás. Su aproximación pictórica a la ciudad donde nació rescata las texturas de los muros del pasado y se mueve en un ejercicio de color y de signos icónicos hasta llegar a formulaciones de extrema síntesis tal y como lo ha señalado Juan Manuel Bonet: - pura Sevilla son también los cuadros más abstractos, más despojados, más sintéticos, aquellos donde la cal, en plan casi especialista, lo ocupa todo.
En los últimos años la pintura para Verdugo conlleva una metódica experimentación formal que le permite centrarse en la expresión de la materia pictórica por sí misma, conciliando rigor y libertad. O como escribió Rosa Olivares en la revista Lápiz con motivo de la obra de Verdugo exhibida en Arco 96:
-El trabajo de Verdugo es minucioso y se articula con un peculiar estilo de reconstrucción. La idea central es trabajar la superficie de la memoria, la superficie de las cosas que vemos, de esas caras de la tierra, de los muros que nos protegen y en los que vemos pasar el tiempo a través de sus huellas. Son los colores y los materiales de siempre, el tratamiento clásico para llegar a un lugar diferente. La práctica de esta pintura requiere un conocimiento puro y absoluto de los medios que se utilizan, de los materiales.
A partir del año 2000 toma una importancia capital la arquitectura como leif motiv y como estructura interna del cuadro.
Algunos trabajos como los presentados en May Moré en 2001 en la exposición blanco sobre blanco, incorporaban estructuras metálicas interrelacionándolas con superficies blancas y descarnadas hasta rozar la perfeccion

Miguel Villarino nació en Morales del Rey, Zamora, en 1959
Comienza estudios de Ingeniería y Filosofía, que abandona para dedicarse a la pintura. Estudios en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Madrid.
Comienza a grabar de una forma autodidacta, entrando posteriormente en el taller del maestro grabador Theo Dietrich, en Madrid, y en la Escuela Nacional de Artes Gráficas. En 1984 crea su propio taller de grabado.
En 1986 funda con Tomás Pérez Manzanares la revista de arte Cyan. En 1989 crea M más M Ediciones. En 1990 funda la revista de grabado y poesía ESTACION CENTRAL, y el centro CRUCE, ARTE Y PENSAMIENTO.
Ha impartido cursos y seminarios de grabado en el Centro Español de Arte Seriado, Museo del Grabado Español Contemporáneo, Ciudad de las Artes de Alcorcón, Fundación Cies, etc. y colaborado con talleres de Francia, Italia, Alemania, Holanda, Bélgica.

Nuria Vidal
Madrid, 1967
Nuria Vidal es una destacada artista en pintura y grabado, cuyo trabajo se caracteriza por su exploración del color y la naturaleza de la representación. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid en 1991, completó un doctorado en Imagen Representada entre 1992 y 1995, obteniendo la Suficiencia Investigadora en 1996. Su formación se enriqueció con su asistencia al estudio del pintor José Vento Ruiz y su participación en cursos especializados de litografía, fotoserigrafía y fotograbado en la Fundación Pilar i Joan Miró de Mallorca. En 2019, realizó un curso de Art Thinking para docentes en el Centro de Arte La Regenta del Gobierno de Canarias.
A lo largo de su carrera, Vidal ha recibido diversas becas fundamentales para su desarrollo artístico. En 1991, fue becada por el programa Erasmus para estudiar en el Centre for the Arts and Contemporary Studies de Leeds, Reino Unido, donde comenzó a profundizar en la obra gráfica y a experimentar con nuevas técnicas de impresión. Posteriormente, en 1996, obtuvo la Mención a Artista Novel del Premio Nacional de Calcografía por su obra "Castillos en el aire", destacando su innovador uso del color y la impresión.
La experiencia internacional ha sido un eje central en su evolución. En 2000, ganó la beca de la Real Academia de España en Roma, donde desarrolló trabajos inspirados en las formas y colores de la ciudad. En 2003, fue becaria del Colegio de España en París, donde creó obras sobre lino que capturan la atmósfera parisina. Otras becas destacadas incluyen la del Ministerio de Asuntos Exteriores para la Academia Internacional de Valonia en 1990 y su estancia en el Colegio de España en París.
Vidal ha sido reconocida con numerosos premios a lo largo de su trayectoria. En 1996, recibió el Premio Nacional de Grabado a un Artista Novel, seguido por el Accésit II Premio de Grabado Carmen Arocena en 1997 y el Premio del Instituto de Bellas Artes de Tetuán en 2001. En 2008, ganó el primer y tercer premio en el X Concurso de Pintura del Parque Nacional de Timanfaya. En 2016, fue seleccionada por la revista masdearte como una de las mejores propuestas artísticas en Art Madrid. Más recientemente, en 2022-2023, fue seleccionada para una exposición individual dentro de la programación de los espacios de arte del Gobierno de Canarias.
Las exposiciones de Nuria Vidal reflejan la diversidad y riqueza de su obra. Entre las más importantes se encuentran su participación en el Salón Internacional de Grabado Estampa en Madrid y el Mes de la Estampa en París en 1998. En 2000, formó parte de la muestra de becarios de la Academia de España en Roma y la Real Academia de San Fernando. En 2018, presentó la exposición “Vagandi mos” en la Sala El Patio del CIC El Almacén en Lanzarote, donde exploró la conexión entre el espacio y la memoria. En 2021, expuso “Rendición” en la Fundaçao Dom Luis I de Cascais (Portugal), consolidando su presencia en el circuito artístico internacional. En 2022, participó en una exposición en la Galería Fernández-Braso junto a Soledad Sevilla, donde se destacó la profundidad conceptual de su trabajo y su capacidad para dialogar con otros artistas contemporáneos.
La obra de Nuria Vidal forma parte de diversas colecciones públicas y privadas. Entre las instituciones que albergan sus trabajos destacan la Comunidad de Madrid, la Fundación Mapfre, el Museo de Obra Gráfica del Cabildo Insular de La Palma, la Dirección General de la Mujer, el Congreso de los Diputados, el Colegio de España en París, el Banco de Santander, la Universidad Carlos III de Madrid y la Fundación Pilar i Joan Miró de Mallorca.
El trabajo de Vidal continúa explorando la relación entre la representación y la experiencia sensorial, ofreciendo una mirada personal y profunda al mundo que la rodea.
Antonio Saura (1930-1998)

Nace en Huesca y comienza a pintar y a escribir de forma autodidacta, durante una larga enfermedad juvenil. Entre 1948 y 1950 realiza varias pinturas en papel y cartón de carácter onírico y experimental: las series Constelaciones, Pinturas muertas y Rayogramas, que presenta en su primera muestra individual de la sala Libros de Zaragoza. Durante estos años entre Cuenca y Madrid, donde además de exponer sus obras, organiza las muestras de arte de vanguardia. Tendencias 2 y Arte Fantástico. De 1953 a 1955 se instala en París, donde participa en las actividades del grupo surrealista. Michel Tapié se interesa por su obra y le introduce en la Galería Stadler, en la que realiza numerosas exposiciones. Desde entonces la capital francesa se convierte en uno de sus lugares de residencia habitual.
En 1957 funda en Madrid el grupo El Paso, junto a los críticos Manuel Conde y José Ayllón y los artistas Rafael Canogar, Luis Feito, Juana Francés, Manolo Millares, Manuel Rivera, Antonio Suárez, que es uno de los primeros movimientos realmente vanguardistas de la España de la posguerra, propugna un nuevo lenguaje gestual cercano al informalismo. Su Serie castellana (1954) le convierte en uno de los primeros artistas españoles en utilizar el lenguaje del expresionismo abstracto, y supone el inicio de sus series de estructura figurativa, que serían el punto de arranque de su obra de madurez. Sus Damas, Retratos imaginarios y Crucifixiones, de esta época, están basadas en arquetipos figurativos y con un cierto carácter satírico y realizado con procedimientos expresionistas y una reducida gama de color (blanco y negro).
En 1958 comienza a trabajar en obra gráfica y en 1960 forma parte de Estampa Popular. En 1964 deja de pintar sobre tela por un tiempo, y se dedica por entero a la obra en papel. Utiliza este soporte en sus series Superposiciones, Transformaciones y Grandes Montajes y en los grandes collages sobre paneles de madera, Rompecabezas y Trampantojos. De nuevo en óleo, realiza la serie Dora Maar 1983 y un conjunto de grandes pinturas, como Iniciation a la creation (1985). En 1987 pinta un gran mural en el techo de la nueva sede de la Diputación de Huesca, Elegía, que marca una nueva etapa más colorista en su obra. Con una paleta muy reducida (blanco, negro y rojo preferentemente) su obra se basa en la representación de figuras muchas veces simbólicas (Desde Cristo hasta Brigitte Bardot) que aparecen casi irreconocibles, deformadas por rasgos violentos y trazos distorsionados en un absoluto desprecio por las normas de la representación figurativa tradicional. Ha ilustrado con sus dibujos y grabados numeroso libros como Asedio de José Miguel Ullán (1980), El arte de birlibirloque de José Bergamín (1982), Emblemas de José Ángel Valente y, últimamente, El Quijote y La muerte y la nada de Jacques Chesses. Ha sido galardonado, entre otros, con El premio Guggenheim (1960), el Premio Carnegie (1964), el título de Caballero de las Artes y Las Letras del Ministerio de Cultura francés (1981), la Medalla de Oro de la Ciudad del Ayuntamiento de Huesca (1982). Desde su juventud compagina su labor creadora con la teórica, escribiendo numerosos textos, artículos y ensayos.

Madrid, 1946.
Pintora y grabadora. Formada en la Escuela de Bellas Artes de Madrid. El lenguaje de sus obras es heredado del cómic y de carácter pop. Ha colaborado como ilustradora en publicaciones y diarios como El País y El Mundo.
En su trayectoria profesional cuenta con exposiciones individuales y colectivas por España, Francia, Holanda, India, Alemania, Suiza, Estado Unidos, Egipto e Italia. Su obra figura en las colecciones de Calcografía Nacional, Madrid - Museo de Bellas Artes de Santander - Museo Municipal de Madrid y Biblioteca Nacional, entre otras instituciones.

Santurce, 1938 - Madrid, 2003
Consagrado artista español, Eduardo Úrculo es uno de los principales exponentes de la pintura pop en España. Trabajo en diversos registros desde el expresionismo hasta el neocubismo e hizo de la maleta y el sombrero sus dos grandes iconos.
Inicio su formación en Asturias y pronto viajo a Madrid para continuar sus estudios, Vivió en Paris y viajo por distintas ciudades europeas.
Durante la década de los setenta desarrolla sus trabajos con aerógrafo. Inicio sus obras enmarcadas en pop art y comenzó la época erótica con sus cotizados femeninos rebosantes de barroquismo y colorido.
En los ochenta su obra se desplazo hacia la narrativa desarrollando un trabajo a partir de motivos como los sombreros, el artista de espaldas o los viajes que constantemente quedan plasmados, tanto en pintura como escultura, con la figura de la maleta.

Luis Sanz (Madrid, 1976) Técnico superior de Artes Plásticas, especialista en Grabado y Estampación. Su obra fusiona gráfica, arte urbano y pintura.
En 1996 expone por primera vez en la Galería Brita Prinz de Madrid. Desde esos inicios, su obra se ha expuesto en múltiples galerías y espacios expositivos de España y en ferias como JustMad, Art Madrid y Art Room Fair. Su obra forma parte de colecciones de arte como la Fundación CIEC, la Fundación Juan March, el Museo Antonio López Torres de Ciudad Real o el Museo Nacional de Teipei (Taiwán).
Ha desarrollado su carrera artística en paralelo como asistente en el taller de Joaquín Capa y María Luisa Sanz. Desde el 2018 dirige el Taller ink DELICIUS , espacio con el que participa dentro del proyecto de residencias artísticas internacionales R.A.R.O.
Sobre la obra representada en la Galería Orellana-5:
El nacimiento de Luis Sanz, el Mítico como lo llama Javier Puebla, está registrado un 1 de marzo. Su mes y día de nacimiento, resulta la 1ª aproximación de (pi): 3,1. Emma Haruka, ingeniera en software de Google logró determinar el 14/03/2019 más cifras decimales de pi y es así que el día de nacimiento de pi se considera 0314 y algunos festejan a la hora 1:59 para sumar más decimales de precisión: 3,14159
Entre casualidades y coincidencias salieron a la luz las 28 primeras obras de la serie piEnsa, de Luis Sanz.
Arcos, cuerdas, rectas tangentes y secantes, círculos y circunferencias, curvas que asemejan sinusoides; salen a borbotones de la mente de Luis Sanz como una obsesión irracional para plasmarse en las obras de su serie 3,14 Ensa!
Me aventuro a asegurar que la cantidad que conformará los sucesivos grupos de la serie, no igualará la cantidad de dígitos de la parte decimal de pi, aunque cada una de sus obras será única e irrepetible como la secuencia de decimales de pi...; y así como algunos matemáticos creen que si se lograse encontrar un patrón de pi, la humanidad daría un paso enorme en la comprensión del Universo; me convenzo de que al buscar un patrón en cada papel de esta serie, me invaden los colores, las formas, la pasión, la alegría que sólo se halla al intentar comprender el alma humana.
Parafraseando a Puebla, Luis Sanz, resulta el mejor Dj Pintor que nunca he visto; la serie continúa, lo racional convive con lo irracional y se materializa abriéndose paso en esta mítica producción.
Julia Moreno (Matemática)
Enero, 2023.

Eusebio Sempere (Onil, Alicante, 1923 - 1985) es el artista alicantino más internacionalmente conocido y uno de los artistas españoles más relevantes de la segunda mitad del siglo XX. Su obra siempre en torno a la abstracción geométrica algunas veces cinética y otras más lírica y paisajista, muestra una trayectoria artística de una coherencia impecable. Sus obras son fruto de un trabajo riguroso y continuado sobre la forma geométrica, la ilusión óptica y la sensación de movimiento, aunque poseen un lirismo muy singular y una gran belleza formal.
Sempere es protagonista del advenimiento de la modernidad en un país difícil y atrasado. Ese compromiso con el arte y la cultura democrática y su profunda vinculación con Alicante, le impulsaron a donar su colección de arte a la ciudad para crear, en 1977, uno de los primeros museos de arte contemporáneo de este país en un gesto de gran generosidad. Hoy, el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante recoge sus colecciones.

Alfredo Alcaín.
Madrid, 1936.
Alfredo Alcaín es uno de los artistas más reconocidos del Pop Art español. Su formación se inició en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, donde estudió Pintura entre 1953 y 1958. Posteriormente, entre 1957 y 1963, se especializó en Grabado y Litografía en la Escuela Nacional de Artes Gráficas de Madrid. Complementando su formación artística, cursó estudios de Decoración Cinematográfica en la Escuela Nacional de Cinematografía (1961-1964), lo que le permitió colaborar ocasionalmente con el mundo del cine y el teatro.
La obra de Alcaín se caracteriza por su cercanía al Pop Art, estilo al que se ha mantenido fiel a lo largo de su trayectoria. Sin embargo, supo transformar el modelo americano, dotándolo de un marcado carácter casticista y popular que refleja la esencia de la cultura española. En su producción artística, Alcaín ha utilizado una amplia diversidad de soportes y técnicas, que incluyen el cartel, el collage e incluso el bordado, lo que le ha permitido desarrollar un lenguaje plástico único. Con el paso del tiempo, su obra evolucionó hacia contenidos más críticos, alineándose en ocasiones con las propuestas del Equipo Crónica y los artistas del realismo social. No obstante, a diferencia del tono hostil de estos movimientos, Alcaín imprime un matiz humorístico y lúdico en sus creaciones, un rasgo que se ha acentuado con los años.
A partir de la década de 1980, su pintura experimentó un cambio significativo, adoptando un tono más frío y comenzando a incorporar relieves de madera y objetos que sobresalen del soporte pictórico, transformando sus obras en elementos tridimensionales independientes. Esta evolución evidenció su constante búsqueda de nuevas formas de expresión y su deseo de explorar los límites del lenguaje pictórico.
Reconocido como uno de los grabadores más destacados de España, Alcaín ha creado obras que a menudo consisten en múltiples imágenes o bloques de color ensamblados para formar una única composición. Su estilo se caracteriza por ser directo y de fácil interpretación, aunque siempre acompañado de una reflexión crítica sobre los estereotipos de la modernidad y la sociedad contemporánea.
A lo largo de su carrera, Alcaín ha recibido varios reconocimientos, destacando el Premio Nacional de las Artes Plásticas en 2004. Este galardón, otorgado en reconocimiento a su contribución al desarrollo de las artes plásticas, valoró su personal interpretación del pop, guiada por una reflexión constante sobre los símbolos de la cultura popular.
La obra de Alfredo Alcaín está representada en numerosas instituciones y colecciones de prestigio. Entre los museos que albergan su trabajo se encuentran el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Artium de Vitoria, el Museo de Bellas Artes de Ciudad Real, el Círculo de Bellas Artes de Madrid, el Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla, el Museo de Arte Contemporáneo de Villafamés, el Museo Municipal de Valdepeñas, y la Biblioteca Nacional. Asimismo, su obra forma parte de las colecciones de importantes entidades como el BBVA, Campsa, la Fundación Coca Cola, la Fundación Antonio Pérez de Cuenca y la Fundación Pablo Ruiz Picasso de Málaga, entre otras.
En el verano de 2022, el Museo MARCO de Vigo le dedicó una gran retrospectiva, subrayando la relevancia de su contribución al arte contemporáneo español y ofreciendo una revisión completa de su trayectoria. Esta muestra puso de manifiesto la riqueza y diversidad de su obra, desde sus primeros trabajos vinculados al pop hasta sus más recientes exploraciones tridimensionales.
Alfredo Alcaín sigue siendo una figura central en el arte español, y su obra continúa siendo estudiada y valorada por su capacidad para transformar los elementos de la vida cotidiana en una expresión artística llena de ironía, reflexión y crítica.

Madrid 1968
La artista Patricia Losada, formada en el campo de las letras, pensadora impenitente, poeta e ilustradora, hace más de una década que abrió su propia senda en el mundo de la escultura.
Sus delgados personajes de bronce no tienen género ni prejuicios, hablan del alma, de lo que permanece y es común a todos nosotros. La luz se materializa en una esfera blanca, ingrávida, portadora de lo bueno, capaz de integrar todo en ella. Una línea que se convierte en vuelo, en escalera, en soga, en vínculo hacia a esa luz... o se hace ola para elevarnos por un segundo hasta ella, o maraña que habrá que desenmarañar para liberar lo escondido.
Su obra ha sido expuesta en varios países de Europa y Asia. Ha diseñado y realizado piezas para decorados televisivos (Antena 3, Tele 5 y Cuatro), y para premios otorgados por diferentes instituciones y marcas (Loewe, Heineken, Tragsa, UCM y Pfizer, entre otras).
EXPOSICIONES COLECTIVAS
2019
Galerie Kunststücke. Munich, Alemania.
Espacio Utópica. Madrid, España.
2018
Galerie Kunststücke. Munich, Alemania.
Artevistas Gallery. Barcelona, España.
Strassacker Gallery. Hannover, Alemania.
Galería DUA2. Vigo, España.
2017
Galerie Kunststücke. Munich, Alemania.
Artevistas Gallery. Barcelona, España.
Strassacker Gallery. Süssen, Alemania.
2016
Galería Espaliú. Málaga, España.
Espai d'Art Puntoaparte. Barcelona, España.
Strassacker Gallery. Süssen, Alemania.
Artevistas Gallery. Barcelona, España.
2015
Strassacker Gallery. Stuttgart, Alemania.
Affordable Art Fair Battersea. Galería Standarte. Londres, UK.
Barnadas Huang Gallery. Singapur.
2014
Strassacker Gallery. Süssen, Alemania.
Affordable Art Fair Singapore. Barnadas Huang Gallery. Singapur.
Smelik & Stokking Galleries. Amsterdam, Holanda.
Barnadas Huang Gallery. Singapur.
Galería Juca Claret. Madrid, España.
Galería Ansorena. Madrid, España.
2013
Galería Puchol. Valencia, España.
Smelik & Stokking Galleries. La Haya, Holanda.
Galería Capa. Bruselas, Bélgica.
Galería Ansorena. Madrid, España.
Art Karlsruhe 2013. Karlsruhe, Alemania.
Galería Gaudí. Madrid, España.
2012
Galería Capa. Madrid, España.
Estampa 2012. Matadero. Madrid, España.
2011
Círculo de Bellas Artes. Madrid, España.
Espacio para el arte. Torrelodones. Madrid, España.
EXPOSICIONES INDIVIDUALES
2019 El Rincón. Cada cual que aprenda su herida. Madrid, España
2016 Sala Zurbano. Dar/Tomar. Madrid, España.
2014 Galería Capa. Dónde llegar. Madrid, España.
2013 Galería Capa. Marañas. Bruselas, Bélgica.
2012 Galería Capa. Vuelos y marañas. Madrid, España.
2010 Sala Zurbano. Si vas viene. Madrid, España.

Pintor y artista gráfico español nació el 23 de abril de 1926 en Madrid, y murió el 26 de mayo de 1996.
Gerardo Rueda fue educado en el Liceo Francés de su ciudad natal y comenzó los estudios de pintura clásica y en 1949 exponiendo por primera vez en la capital española.
A principios de los años 50 presentó sus primeros collages y dibujos abstractos. Sus primeras exposiciones individuales las realizó en 1958, en Barcelona. A partir de entonces participó en más de 200 exposiciones colectivas, siendo una de las más relevantes la Muestra de Arte Nuevo-MAN 64, en el X Salón de Mayo de Barcelona, donde en 1966 obtuvo el Premio Hermanos Serra.
A su vez, participó en más de 60 muestras individuales en las más prestigiosas salas del mundo. En 1960 representó a España en la Bienal de Venecia.
Entre 1961 y 1964, Rueda realizó toda una serie de obras en las que como presencia constante tuvo el influjo del Espacialismo, reflejada a través del protagonismo absoluto del color y el relieve.
En 1995 fue nombrado académico de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. En 1996 realizó una exposición interesante en el IVAM de Valencia, la cual recorrió distintos museos americanos, y finalizó en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Realizó numerosas esculturas, relieves y encargos monumentales, como el relieve mural para el Museo de Escultura al Aire Libre de la Castellana (Madrid), las Vidrieras de la Catedral de Cuenca, tituladas De la Tierra al Paraíso (1989-1992), y las puertas de acceso al Pabellón de España en la Exposición Universal de Sevilla.
En su trayectoria artística participó de los conceptos cubistas y evolucionó hacia la abstracción constructivista, en donde las pinturas se caracterizan por el orden y el equilibrio. Fue uno de los primeros en introducir el informalismo en España. Además, fue el creador, junto a Fernando Zóbel, del Museo de Arte Abstracto de Cuenca.

Kay Woo es una escultora surcoreana (Busan, Corea del Sur) que, tras trabajar en EEUU, ha fijado su residencia en Madrid.
El tema fundamental de la obra de la artista es la figura humana, en especial la figura femenina, el baile flamenco representada de una manera dinámica y la infancia.
El bronce, pulido o patinado, y el aluminio fundido son los materiales que emplea con más frecuencia para plasmar sus elegantes creaciones.

Luis Feito
Madrid, 31 de octubre de 1929 - Rascafría, 7 de febrero de 2021
Luis Feito se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en 1950, obteniendo el título de profesor de dibujo cuatro años después. Durante sus primeros años, experimentó con el cubismo y, hacia 1953, inició su transición hacia la abstracción. En 1956, gracias a una beca del gobierno francés, se trasladó a París, donde entró en contacto con las corrientes del automatismo y la pintura matérica. Esta influencia se manifestó en su obra a través del uso de pasta de óleo y arena, con una paleta de colores limitada al negro, blanco y ocre.
En 1957, fue uno de los fundadores del grupo El Paso, junto a artistas como Manuel Millares, Antonio Saura, Rafael Canogar y Manuel Rivera, grupo clave en la renovación del arte español de posguerra. Hacia 1962, Feito introdujo el color rojo en sus composiciones, elemento distintivo de su trabajo durante ese período. Sus motivos circulares y estructuras complejas evolucionaron en los años setenta hacia una geometrización del espacio y un uso más pleno y audaz del color. Al final de esa década, su obra pasó a una fase marcada por la depuración y el predominio del blanco.
En 1981, dejó París para trasladarse a Montreal, residiendo allí hasta 1983, cuando se mudó a Nueva York. A lo largo de su carrera, Feito recibió numerosos galardones, entre ellos el Premio de la UNAM en la I Bienal de París de 1959, el Premio David Bright en la XXX Bienal de Venecia y, en 1985, fue nombrado Oficial de la Orden de las Artes y las Letras de Francia. En 1998 fue elegido miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Su actividad expositiva fue constante durante más de seis décadas. Entre las más destacadas se encuentran sus primeras muestras en la Galería Buchholz de Madrid en 1954 y 1956, su exposición en la Galerie Stadler de París en 1957 y su participación en la Documenta II de Kassel en 1959. En 1960 presentó su trabajo en la XXX Bienal de Venecia, y en 1963, la Tate Gallery de Londres incluyó su obra en una exposición colectiva. A lo largo de los años 70 y 80, Feito expuso en numerosas galerías de Nueva York, París y Montreal, destacando las retrospectivas en el Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris (1975) y en la Fundación Juan March en 1988. En 2002, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía le dedicó una gran retrospectiva que reafirmó su importancia en el panorama artístico español.
La obra de Feito está representada en numerosas colecciones públicas y privadas de relevancia internacional. Entre los museos que albergan su trabajo se encuentran el Museo de Arte Moderno de Roma, el Museo Guggenheim de Nueva York, el Museo Nacional de Arte Moderno de París, el Museo de Bellas Artes de Montreal, el Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid. Además, su presencia en diversas colecciones privadas y fundaciones refleja la influencia y alcance de su obra.
En los últimos años, antes de su fallecimiento en 2021, Feito siguió participando activamente en el mundo del arte. Sus obras formaron parte de importantes exposiciones y ferias internacionales, consolidando su legado. Tras su muerte, se han realizado exposiciones póstumas para rendir homenaje a su trayectoria y destacar su impacto en la historia del arte español contemporáneo.
La contribución de Luis Feito al arte español de la segunda mitad del siglo XX es indiscutible. Su enfoque innovador y su constante evolución artística contribuyeron al avance del arte contemporáneo en un periodo en el que España buscaba una renovación de su escena artística.

Rafael Canogar
Toledo, 1935
Rafael Canogar es un destacado pintor español y uno de los principales representantes del arte abstracto en España. Discípulo de Daniel Vázquez Díaz (1948-1954), Canogar exploró profundamente la abstracción en sus primeras obras, desarrollando una técnica escultopictórica característica.
En 1957, fundó el influyente grupo El Paso junto a Antonio Saura, Manuel Millares, Luis Feito, Pablo Serrano y el crítico José Ayllón. El grupo buscaba romper con las corrientes artísticas tradicionales en la España franquista y acercar el arte español a las vanguardias internacionales. El Paso se vio influenciado por el Action painting y defendió una estética informalista que celebraba la libertad creativa. Para Canogar, el informalismo representaba lo espontáneo y lo irrepetible, pero pronto se dio cuenta de que esa radicalidad corría el riesgo de convertirse en académica.
A partir de 1963, el artista comenzó a regresar a una figuración narrativa, incorporando elementos que proyectaban su obra hacia la realidad cotidiana del espectador, con referencias a dramas sociales y colectivos. Este enfoque lo llevó a un reconocimiento aún mayor en la escena artística internacional. En 1965, fue invitado como Visiting Professor por el Mills College de California y en 1969, por la Tamarind Lithography Workshop en Los Ángeles. Además, en 1972 y 1974, fue artista residente en Berlín gracias a una beca del D.A.A.D. (Servicio Alemán de Intercambio Académico).
En 1975, Canogar abandonó el realismo y volvió a la abstracción, rindiendo homenaje a las vanguardias históricas, en un diálogo constante con los movimientos artísticos contemporáneos. Su carrera ha sido reconocida con importantes distinciones, entre ellas el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1982. Sus obras se encuentran en museos y colecciones de gran relevancia a nivel mundial, incluyendo instituciones en Cuenca, Madrid, Barcelona, Turín, Roma, Caracas y Pittsburgh.
En febrero de 2024, Canogar inauguró un espacio de exhibición permanente en Toledo, dentro del complejo de Roca Tarpeya, donde se presentan una treintena de sus obras. Este espacio refuerza su legado y el impacto de su obra en la historia del arte contemporáneo.
A lo largo de su carrera, Canogar ha ocupado diversos cargos, como miembro de la Junta Directiva del Círculo de Bellas Artes de Madrid (1983-1986) y del Consejo de Administración del Patrimonio Nacional (1984-1990). En 1998, ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y en 2001 fue nombrado Doctor Honoris Causa por la U.N.E.D..
Ha participado en numerosas exposiciones, incluyendo retrospectivas en el Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Madrid (1971) y en el Musée d’Art Moderne de la Ville de París (1975). Entre 2003 y 2004, su obra Canogar, 1975-2003 fue exhibida en una exposición itinerante por diversos museos, incluyendo el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires y el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo.
Canogar ha recibido numerosos galardones, entre los que destacan la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2003) y el Premio AECA al mejor artista vivo español en ARCO Madrid (2010). Sus obras forman parte de colecciones tan importantes como las del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, el MOMA de Nueva York y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid.

Barcelona, 1961. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona. Sigue la profesión de sus padres, artistas y profesores de arte, con quienes colabora en proyectos y exposiciones conjuntas. Se especializa en grabado y serigrafía original, siendo asesora técnica y estampadora de la obra de cotizados artistas en su propio taller Binomi , que funda en Barcelona en 1984.
Artista polifacética, además de investigar con el grabado y el monotipo, utiliza la pintura sobre variados soportes, el dibujo, la cerámica y el diseño para dar forma a sus obras, obteniendo premios en diferentes certámenes.
Realiza esculturas e instalaciones singulares y obres efímeras de Land Art.
Participa en la European Kunst Exhibition del 2003, como artista invitada.
En el curso de su recorrido vital, ha presentado más de 60 exposiciones en el país, Europa, América y Japón.
Desde 1993 vive y establece su actividad entre Barcelona y Japón, preparando exposiciones y dando conferencias. Actualmente, también colabora con artistas, galerías e instituciones japonesas, organizando los festivales Internacionales de arte en Okayama, Japón.

Carlos González Villar
La Plata, Argentina, 1949
Carlos González Villar se formó en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata, donde cursó estudios de pintura y adquirió una sólida formación académica. Posteriormente, se especializó en grabado en el taller "Viejo Molino" de la misma ciudad, un espacio que fue fundamental para el desarrollo de su técnica y su visión artística. Entre 1970 y 1976, alternó su residencia entre España y Argentina, lo que le permitió conectar con diferentes corrientes artísticas y enriquecer su estilo. Finalmente, en 1976, se estableció definitivamente en la ciudad de Orense, España, donde instaló su propio taller de grabado y serigrafía. Desde allí, se ha dedicado intensamente a la creación, la difusión y la edición de obra gráfica, convirtiéndose en un referente del grabado contemporáneo.
A lo largo de su trayectoria, González Villar ha realizado trabajos de diseño gráfico y ha desempeñado una destacada labor docente, impartiendo cursos y talleres especializados en técnicas calcográficas y serigrafía. Entre 1973 y 1975, desarrolló proyectos de ambientación en la Sala de Geología del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, contribuyendo a la integración del arte en espacios científicos y culturales. En 1979, trasladó su experiencia al ámbito editorial colaborando con la editorial "UVE" de Madrid, donde aplicó su conocimiento de las artes gráficas.
Su compromiso con la enseñanza y la transmisión de su saber continuó durante las décadas siguientes. En 1991, impartió un curso de serigrafía en la Escuela Taller AURIA de Orense, consolidándose como uno de los maestros de esta técnica. Su prestigio le llevó a ser contratado por la Calcografía Nacional en 1998 para impartir un curso de grabado calcográfico en el taller "Estampería Quiteña" de Ecuador, un evento que fortaleció los lazos entre los grabadores de España y América Latina. Además, entre 1998 y 2002, fue profesor de cursos de iniciación al grabado en CAIXA NOVA, institución que apostó por la formación artística. En el año 2000, también condujo un curso de grabado calcográfico en la Fundación C.I.E.C. de Betanzos, La Coruña, institución de referencia en el ámbito gráfico.
Además de su labor docente, González Villar ha sido un activo conferenciante, participando en charlas y seminarios organizados por universidades y museos, donde ha compartido su visión y experiencia sobre el grabado y las ediciones de arte. Su profundo conocimiento del medio, tanto en aspectos técnicos como conceptuales, le ha convertido en una figura destacada y respetada dentro del ámbito gráfico contemporáneo.
En su taller de Orense, ha trabajado en la edición de obra gráfica de diversos artistas, tanto españoles como extranjeros, contribuyendo a la difusión de la obra de autores contemporáneos. Su taller se ha distinguido como un espacio de creación y experimentación, donde se han producido ediciones gráficas de alta calidad y se han explorado técnicas tradicionales combinadas con enfoques contemporáneos. González Villar ha sabido fusionar la precisión técnica del grabado con una mirada innovadora, influyendo en la evolución de esta disciplina tanto en España como en América Latina.
Actualmente, Carlos González Villar continúa activo en el ámbito del grabado y la serigrafía, dedicando su tiempo a la creación artística y a la formación de nuevos talentos. Su obra y su legado pedagógico siguen siendo un referente para los artistas gráficos actuales, y su contribución al arte gráfico contemporáneo es reconocida tanto a nivel nacional como internacional.

Alejandro Corujeira
Buenos Aires, 1961
Alejandro Corujeira esun pintor y grabador argentino destacado por su enfoque abstracto y poético. Finalizó sus estudios en 1986 en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires. Poco después, se asoció a la Escuela del Sur junto con otros artistas que compartían su enfoque estético. En 1991, llegó a España para participar en una exposición en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, tras lo cual decidió establecerse en Madrid, ciudad donde ha residido desde entonces.
Las influencias de las raíces indígenas del Río de la Plata y el constructivismo del maestro uruguayo Joaquín Torres García están presentes en su obra, aunque Corujeira ha desarrollado un lenguaje propio que combina lo intuitivo y lo racional. Su estilo se caracteriza por un tratamiento sutil del color y la geometría, con una profunda conexión con la música y la poesía. Juan Manuel Bonet, exdirector del IVAM y del Reina Sofía, ha señalado que Corujeira es "un pintor esencial y contemplativo", logrando emocionar con elementos mínimos.
A partir de 1991, su carrera despegó con exposiciones tanto nacionales como internacionales. Entre sus primeros proyectos destacaron: Sueños Geométricos en San Sebastián (1993) y Madrid (1994); Líricos de Fin de Siglo en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid (1994); Salón de los 16 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid (1996); una exposición en el Museo de Arte Contemporáneo Sofía Imber en Caracas (1996); y Signos y Símbolos en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (1997).
Durante los 2000, Corujeira continuó exhibiendo en espacios destacados, como la Galería Dialogue en París (1998), el Espacio Uno del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (2002), el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) (2006), el Museo Barjola en Gijón (2010), la Galería Alejandra von Hartz en Miami (2013) y la Casa Iberoamérica en Cádiz (2014).
La obra de Corujeira forma parte de importantes colecciones, como las del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, el Museo de Arte Contemporáneo Sofía Imber en Caracas, el IVAM de Valencia, el Museo de Arte Contemporáneo de Panamá y la Academia Española de Historia, Arqueología y Bellas Artes de Roma.
A lo largo de su carrera, Corujeira ha sido reconocido con diversos premios. Entre ellos, destacan la Beca de la Academia Española en Roma (1996-1997), el Premio al Artista Joven del Año otorgado por la Asociación Argentina de Críticos de Arte (1997), el Premio Todisa (2002) y el Premio de Artes Plásticas "Obra Abierta" (2011).
Entre sus actividades más recientes, participó en la Estampa Contemporary Art Fair en Madrid en 2017, y en la Bienal de Ibirapuera y la Bienal de São Paulo en 2019. Después de más de diez años sin exponer en Madrid, presentó la exposición Al despertar, flotaban en la galería La Caja Negra, que estuvo abierta hasta enero de 2020. Esta muestra incluyó pinturas, esculturas y una nueva edición de grabados en madera. Todas las obras, realizadas en 2019, están relacionadas con su participación en la última Bienal de São Paulo, donde además de las pinturas, integró objetos escultóricos en el espacio. La exposición también incluyó una carpeta de nueve grabados en madera bajo el mismo título.
En 2022, Corujeira participó en la exposición colectiva Abstracción y lenguaje en la Fundación Juan March en Palma de Mallorca, y a finales de 2023, presentó su última muestra individual en la Galería Utopía Parkway en Madrid, titulada El eco del vacío, donde continuó explorando la relación entre lo orgánico y lo geométrico, incorporando nuevas dimensiones escultóricas.
Alejandro Corujeira sigue siendo una figura destacada del arte contemporáneo, manteniendo su relevancia tanto en España como a nivel internacional.

Alfonso Bonifacio
San Sebastián, 1934
Alfonso Bonifacio, nacido en San Sebastián en 1934, es uno de los grabadores y pintores abstractos más destacados de su generación. Desde temprana edad, mostró un profundo interés por las artes, formándose en diversas escuelas locales y nacionales, donde desarrolló un lenguaje plástico caracterizado por un enfoque abstracto que combina la geometría con una rica textura y una paleta de colores vibrantes. A lo largo de su trayectoria, Bonifacio ha mantenido un constante diálogo entre la forma, el color y el gesto, destacando tanto en el ámbito de la pintura como en el grabado.
Durante las décadas de los 60 y 70, su obra ganó reconocimiento, llevándolo a exponer en importantes galerías y museos tanto en España como en el extranjero. En 1972, realizó una de sus primeras grandes exposiciones individuales en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, donde demostró su habilidad para fusionar la abstracción geométrica con un enfoque más expresivo. Esta exposición marcó un punto crucial en su carrera, consolidando su presencia en el circuito artístico. En 1980, su obra fue presentada en la célebre Galería Juana Mordó de Madrid, uno de los espacios más influyentes del arte contemporáneo español. Posteriormente, en 1985, llevó a cabo una exposición individual en la Galería Maeght de Barcelona, una referencia en la promoción del arte contemporáneo en España.
En 1990, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid acogió una exposición retrospectiva de su trabajo, subrayando su importancia en el panorama artístico español. Esta muestra, que reunió piezas de distintas etapas de su carrera, destacó la evolución de su lenguaje plástico y su contribución al desarrollo del arte abstracto en España.
A lo largo de su carrera, Bonifacio ha sido galardonado por su destacada contribución al arte gráfico y la pintura. En 1975, recibió el Premio Nacional de Grabado, uno de los más prestigiosos en España, en reconocimiento a su exploración innovadora de las técnicas del grabado. Además, en 1982, fue merecedor del Premio de Pintura Ciudad de San Sebastián, lo que evidenció su capacidad y versatilidad como pintor. En 1998, se le otorgó la Medalla de Oro en la Exposición Nacional de Artes Plásticas, reafirmando su relevancia en el arte contemporáneo español.
La obra de Alfonso Bonifacio forma parte de importantes colecciones públicas y privadas, lo que refleja la influencia y el valor de su trabajo. Entre las instituciones que poseen su obra se encuentran el Museo de Bellas Artes de Bilbao, que adquirió varias de sus piezas en la década de 1970, y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, que alberga una significativa selección de su producción artística. Además, la Colección del Banco de España incluye desde 1985 varias de sus obras, y la Fundación Juan March ha valorado especialmente su obra gráfica, integrándola en su acervo.
A través de su obra, Bonifacio ha explorado temas fundamentales relacionados con la forma, el espacio y el color, experimentando con la interacción entre el gesto y la geometría. Su enfoque creativo se caracteriza por una constante búsqueda de equilibrio entre lo emocional y lo racional, logrando una expresividad única dentro de la abstracción. La influencia de Bonifacio en el arte español es innegable, ya que su obra ha abierto nuevos caminos en la pintura y el grabado abstracto, inspirando a generaciones de artistas contemporáneos.
En la actualidad, su legado sigue siendo objeto de estudio y exposición, reafirmando su posición como un pilar fundamental en la historia del arte español del siglo XX.

Joaquín Capa
Santander, 1941
Joaquín Capa es reconocido por su contribución al arte abstracto y por una carrera artística que abarca varias décadas. Su estilo distintivo se caracteriza por el uso de colores vibrantes, formas orgánicas y una técnica depurada en grabado y litografía.
Capa inició su formación artística en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, donde estudió entre 1959 y 1964 bajo la influencia de destacados maestros de la pintura y el grabado. Su pasión por estas técnicas lo llevó a profundizar en el estudio del grabado y la litografía, convirtiéndose en uno de los artistas más reconocidos en este campo en España. A lo largo de su carrera, ha experimentado con diversos materiales y técnicas, siempre en busca de innovar y perfeccionar su arte.
En los años 70, Capa comenzó a ganar reconocimiento por sus obras abstractas, caracterizadas por una rica paleta de colores y una expresividad única. Su trabajo ha sido descrito como una exploración de la naturaleza y de la emoción humana a través de formas y colores. Las composiciones de Capa evocan paisajes imaginarios y estados de ánimo introspectivos, invitando al espectador a un viaje visual y emocional.
Además de su actividad como pintor, Capa ha desarrollado una notable trayectoria como grabador. Sus obras en este medio destacan por su precisión técnica y creatividad. Ha colaborado con diversos talleres de grabado, tanto en España como en el extranjero, e impartido numerosos talleres y cursos, compartiendo su conocimiento y pasión por estas técnicas con nuevas generaciones de artistas.
Joaquín Capa ha expuesto su obra en numerosas galerías y museos a nivel nacional e internacional. Entre las ciudades donde ha realizado exposiciones individuales y colectivas se encuentran Madrid, Barcelona, París, Nueva York y Londres, entre otras. Algunas de sus exposiciones más destacadas incluyen las realizadas en la Galería Juana Mordó de Madrid (1981), el Museo de Bellas Artes de Santander (1987) y el Instituto Cervantes de Nueva York (1999). Su obra también ha sido presentada en ferias de arte como ARCO en Madrid y Art Basel en Suiza, consolidando su reputación en el ámbito del arte contemporáneo.
En 1993, Capa fue galardonado con el Premio Nacional de Grabado en España, en reconocimiento a su trayectoria y su contribución al arte del grabado. Este premio se suma a otros galardones que ha recibido a lo largo de su carrera, lo que subraya el impacto y la calidad de su obra.
En los últimos años, Joaquín Capa ha continuado su trabajo creativo y expositivo. En 2018, presentó una importante exposición retrospectiva en el Centro de Arte Faro Cabo Mayor de Santander, que revisa más de cinco décadas de su producción artística, desde sus primeras obras abstractas hasta su experimentación continua con la litografía y el grabado. Esta exposición consolidó aún más su estatus como una figura central en el arte contemporáneo español. En 2021, Capa participó en la exposición colectiva Encuentros en el Arte, celebrada en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, donde se destacaron obras clave de artistas contemporáneos españoles.
Además, las obras de Joaquín Capa forman parte de importantes colecciones públicas y privadas, incluyendo el Museo de Bellas Artes de Santander, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid y el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York. Su contribución al arte y su dedicación a la enseñanza del grabado han dejado una huella significativa en el panorama artístico español.

Miguel Condé, pintor y grabador mexicano, nació en 1939 en Pittsburgh, Estados Unidos, en el seno de una familia mexicana. Aunque nacido en Estados Unidos, Condé se identifica profundamente con la cultura mexicana y ha desarrollado gran parte de su carrera en Europa, lo que le otorga una visión artística cosmopolita. Comenzó su formación artística en Nueva York bajo la tutela de Steven Rogers Peck, destacado anatomista y artista, que influyó significativamente en su dominio de la figura humana.
En 1963, Condé recibió una beca del gobierno francés, la Bourse d'Etudes Libres, que le permitió trasladarse a París, donde trabajó en el célebre taller de grabado Atelier 17 bajo la dirección de Stanley William Hayter. Este entorno vanguardista fue clave en su formación y consolidación como artista, y durante su estancia en Francia desarrolló un estilo caracterizado por la síntesis de lo figurativo y lo abstracto, además de experimentar con diversas técnicas gráficas.
En 1969, tras su estancia en Francia, Condé se trasladó a España, donde estableció su residencia en Sitges, Barcelona. En 1972, fue invitado como Artista Extranjero en Residencia en el Cleveland Institute of Art de Ohio, lo que le permitió continuar desarrollando su obra gráfica en un contexto internacional. A lo largo de los años 70, su carrera se consolidó con varias exposiciones importantes, como su participación en Documenta 6 en Kassel, Alemania, en 1977, un evento fundamental en el mundo del arte contemporáneo. En 1984, realizó una retrospectiva en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, mostrando la amplitud de su obra en pintura, gouaches y dibujos.
Condé ha sido galardonado con numerosos premios a lo largo de su carrera. En 1973, fue beneficiario de la prestigiosa Beca Guggenheim, con la que realizó su famosa Suite Guggenheim en el Atelier Lacourière-Frélaut en París. En 1981, ganó el Primer Premio de Grabado Landesbank en Stuttgart, y en 2005, recibió el Premio Nacional de Grabado otorgado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, un reconocimiento a su maestría en la técnica del grabado.
En 1991, fue nombrado miembro titular de la Société des Peintres Graveurs Français, consolidando su prestigio en Europa. A lo largo de los años 90 y 2000, su obra continuó siendo expuesta internacionalmente, con retrospectivas como la de 2015 en la Galería Nacional de Arte de Ciudad de México. En 2019, con motivo de su 80 aniversario, se organizó una exposición conmemorativa en el Museo Nacional de Arte (MUNAL) en Ciudad de México, reconociendo su vasto legado artístico.
Además de sus exposiciones, Condé ha ilustrado importantes obras literarias, como Chronique des Racines Douces de Michel Croce-Spinelli, con grabados editados por la Société des Francs Bibliophiles en 1994. Su obra ha sido exhibida en instituciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, el Museum of Modern Art de Nueva York, el Art Institute of Chicago y la Bibliothèque Nationale de Paris.
En los últimos años, Miguel Condé ha seguido recibiendo homenajes por su destacada carrera. En 2022, fue reconocido en la Bienal Internacional del Grabado en Guanajuato, México, donde se expuso una selección de sus grabados más emblemáticos. En 2023, fue invitado de honor en la Exposición Internacional de Arte Gráfico en Berlín, demostrando que su obra sigue siendo relevante en la escena internacional, manteniendo su capacidad para innovar en el arte gráfico contemporáneo.
La obra de Miguel Condé es apreciada en todo el mundo y se encuentra en importantes colecciones públicas y privadas, como el Museum of Modern Art de Nueva York, el Cleveland Museum of Art, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid y la Biblioteca Nacional de Madrid.

Fernando Bellver
Madrid, 1954
Fernando Bellver es un pintor, grabador y escultor español con una carrera artística prolífica y versátil. Su trabajo abarca múltiples disciplinas, con una especialización en el grabado, donde ha logrado un reconocimiento internacional. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, y más tarde se perfeccionó en técnicas de grabado en el taller del maestro Dimitri Papageorgiu, donde desarrolló un profundo conocimiento de las técnicas clásicas del grabado, combinándolas con un enfoque contemporáneo.
En 1978, fundó junto a Arturo García Armada y Fructuoso Moreno el Taller Mayor 28, que se convirtió en uno de los epicentros de la experimentación gráfica en Madrid. Este espacio impulsó la creatividad en el ámbito del grabado y ofreció un lugar de encuentro para artistas que buscaban explorar nuevas formas de expresión.
A lo largo de su carrera, Bellver ha recibido diversas becas y premios que destacan su talento y contribución al arte contemporáneo. Entre sus logros más destacados se incluyen la beca del Ministerio de Cultura Noruego y la beca de la Academia de España en Roma, donde tuvo la oportunidad de nutrirse del entorno cultural italiano. En 1988, fue galardonado con el Primer Premio de Grabado en El Cairo, y en 1994, obtuvo la Medalla de Oro en la Bienal de Alejandría. Estos premios fueron fundamentales para consolidar su presencia internacional.
Bellver también ha tenido un papel importante en el ámbito expositivo, habiendo presentado su obra en destacadas galerías y museos de Europa, América y Asia. Su participación en bienales internacionales de grabado en Bradford, Ljubljana, Oslo, Taiwán y Gorizia (Italia), le permitió alcanzar una visibilidad significativa fuera de España. En 2008, recibió el prestigioso Premio Nacional de Arte Gráfico otorgado por la Fundación ICO en Madrid, un reconocimiento que subraya su excelencia técnica y artística en este medio.
La obra de Fernando Bellver está marcada por su capacidad para fusionar elementos figurativos con un enfoque conceptual y abstracto. Bellver toma referencias de la historia del arte y las mezcla con alusiones a la cultura popular y el imaginario contemporáneo, creando un lenguaje visual único. Sus trabajos exploran temas tan diversos como la mitología, la cultura urbana, la crítica social y el humor. Su obra abarca desde lo más íntimo hasta lo monumental, siempre con una exploración constante de los límites entre lo figurativo y lo abstracto.
En su faceta de grabador, Bellver ha trabajado con una amplia variedad de técnicas, desde el aguafuerte y la xilografía hasta las técnicas más modernas. Ha experimentado también con el uso de diferentes soportes y materiales, siempre buscando innovar en su lenguaje visual. Su capacidad para adaptarse y reinventarse ha sido clave para mantenerse relevante a lo largo de las décadas.
Además de su obra gráfica y pictórica, Bellver también ha incursionado en la escultura, desarrollando un cuerpo de trabajo que complementa sus exploraciones bidimensionales. Las esculturas de Bellver son reflexiones tridimensionales de los temas que aborda en sus grabados y pinturas, lo que le permite expandir su investigación artística en nuevos territorios.
A nivel institucional, su obra forma parte de importantes colecciones públicas y privadas, como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, el Museo de la Universidad de Nueva York, el Museo de Arte Moderno de El Cairo, y otras instituciones de gran prestigio. Sus exposiciones individuales y colectivas han recorrido ciudades como Madrid, Barcelona, Nueva York, París, Roma, El Cairo y Tokio, consolidando su reputación como una figura clave en el arte contemporáneo.
Su capacidad para combinar técnicas tradicionales con enfoques modernos y su constante experimentación hacen de Fernando Bellver un artista esencial para comprender la evolución del grabado y las artes visuales en las últimas décadas.

Ermanno Barovero
Turín, 1956
Ermanno Barovero es un destacado artista italiano conocido por su eclecticismo estilístico y su maestría en las técnicas de grabado y pintura. Nacido en Turín en 1956, Barovero completó sus estudios en la Academia Albertina de Bellas Artes de Turín en 1978, donde actualmente ejerce como profesor de técnicas de grabado.
Inició su actividad expositiva en 1975. Poco después, en 1978, ganó el Premio Giacomo Grosso y Felice Casorati otorgado por la Cassa di Risparmio de Turín y el Virgilio d'Argento en el premio Lubiam de Sabbioneta. En 1984, fue premiado en el Concurso de Artes Plásticas Figurativas de la Galería Cívica de Monza, destacándose como una figura en ascenso en el panorama artístico italiano.
En 1994, fue invitado a participar en la Trienal Internacional de Gráfica de Cracovia, consolidando su reputación en el ámbito internacional. Dos años después, en 1996, la Galería Cívica de Arte Moderno y Contemporáneo de Turín, en colaboración con la Fondazione De Fornaris, adquirió su bajorrelieve en láminas pintadas titulado Peces, que viven el mar de las heridas (1986), una obra que refleja su exploración de lo figurativo y lo simbólico. Sus trabajos gráficos también forman parte de esta colección.
En 1997, Barovero participó en la Troisième Biennale d'Art Contemporain en Lyon, dentro del proyecto Back off, lo que reafirmó su presencia en la escena artística europea.
La obra de Barovero ha sido descrita como una síntesis posmoderna que combina arquetipos de la historia del arte en una fusión de estilos decorativos y conceptuales. Como escribió Nico Orengo sobre sus trabajos: "Rosas engañosas, de un rojo violento... flores preñadas de un dolor permanente e inalienable". Su exploración de las metáforas barrocas y el dinamismo futurista lo sitúa como un heredero tardío de las revoluciones vanguardistas del siglo XX.
En 2003, presentó la exposición personal La quinta temporada en la Galería Prati de Palermo, presentada por Francesco Casorati. Esta muestra destacó su evolución artística y su capacidad para experimentar con diversos soportes y técnicas, como láminas esmaltadas, hierros y lienzos, en los que las formas vegetales y las corolas de carne se entrelazan en un diálogo entre lo figurativo y lo abstracto.
Como señaló el crítico Ivan Fassio en 2012, "Ermanno Barovero pinta corolas de carne, plantas seductoras, misterios vegetales sobre láminas esmaltadas, hierros, mesas y lienzos. Su práctica artística tienta el eclecticismo de estilos. Las metáforas barrocas y el movimiento futurista se entrelazan en un discurso que parece partir de una base abstracta para volver al reconocimiento de la figura".
A lo largo de su carrera, Barovero ha fusionado la tradición artística con la innovación contemporánea, creando una obra que invita al espectador a participar en un diálogo entre lo visible y lo simbólico. Sus exposiciones y su labor docente en la Academia Albertina han dejado una marca indeleble en el arte contemporáneo italiano.

David de Almeida
São Pedro do Sul, Portugal, 1945
David de Almeida es un grabador y pintor portugués con una carrera artística que abarca más de cinco décadas. Su formación artística comenzó en la Escola de Artes António Arroio, donde estudió Grabado Litográfico, y continuó en la Cooperativa de Grabadores Portugueses, especializándose en grabado en metal. En su evolución como artista, fue fundamental el apoyo de la Fundación Calouste Gulbenkian, que le concedió becas para trabajar en dos de los principales centros artísticos europeos de su época: el Atelier 17 en París, donde se empapó del legado de Stanley William Hayter, y el Goldsmiths College en Londres, donde perfeccionó su dominio técnico.
Desde los inicios de su carrera, De Almeida ha sido ampliamente reconocido por su maestría en el grabado y la pintura. En 1997, fue galardonado con la Mención de Honor en el Premio Nacional de Grabado organizado por la Calcografía Nacional en Madrid, un premio que marcó su entrada en el circuito internacional de grabadores. Ese mismo año, recibió el Premio Nacional de Gravura en Lisboa, consolidándose como una figura clave en el grabado portugués. En 2002, su obra obtuvo el prestigioso Premio Nacional de Grabado en el Museo del Grabado Español Contemporáneo de Marbella, un reconocimiento que se sumó a su Premio de Pintura en la Bienal Internacional de Bagdad, subrayando su proyección internacional.
A lo largo de su carrera, su obra ha sido incluida en colecciones de instituciones como la Biblioteca Nacional de Lisboa y el Centro de Arte Moderno de la Fundación Calouste Gulbenkian en Lisboa. En 2005, su obra pasó a formar parte de la colección del Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, y en años posteriores, fue adquirida por la Bibliothèque Nationale de Paris. Su presencia también está en el Museum of Modern Art de Bagdad y en la Calcografía Nacional en Madrid, lo que destaca su influencia en diversos países y culturas.
En 2018, la Galería Diferença de Lisboa organizó una retrospectiva de su obra gráfica, que fue ampliamente elogiada por su innovador uso del grabado y su constante experimentación con formas y texturas. Esta exposición celebró su extensa carrera de más de cinco décadas, destacando su capacidad para adaptar técnicas clásicas a lenguajes contemporáneos.
Más recientemente, en 2021, David de Almeida formó parte de la exposición colectiva Artistas Ibéricos Contemporáneos en el Centro Cultural de Belém, donde su obra fue presentada junto a la de otros grandes creadores de la Península Ibérica. Esta exposición reafirmó su relevancia en el arte contemporáneo, donde sigue siendo considerado un maestro del grabado.
A lo largo de los años, ha impartido talleres y conferencias en diversas instituciones, compartiendo su conocimiento y habilidades con nuevas generaciones de artistas. Su obra continúa evolucionando, explorando nuevas técnicas y materiales, siempre manteniendo su enfoque en la abstracción geométrica y la interacción de la luz y el espacio.
Hoy en día, David de Almeida sigue siendo una figura fundamental del arte contemporáneo, cuya obra gráfica y pictórica sigue cautivando tanto a coleccionistas como a críticos de todo el mundo. Su legado en el mundo del grabado lo consagra como uno de los grandes artistas de su generación, con una influencia que trasciende fronteras.

Eduardo Arroyo
Madrid, 1937 - 2018
Eduardo Arroyo fue un destacado pintor, escultor y grabador español, conocido por su estilo figurativo. Es una figura clave en la figuración narrativa y la Neofiguración (o nueva figuración) española, además de estar vinculado al pop art. A lo largo de su vida, también cultivó una prolífica carrera como escritor, con una obra literaria que abarcó tanto el ensayo como la novela, y que reflejaba su visión crítica y humorística del arte y la sociedad.
Arroyo fue un artista comprometido, tanto política como artísticamente, con una fuerte postura crítica frente a la dictadura franquista. Tras obtener la licenciatura en Periodismo en Madrid en 1957, se exilió a París en 1958 debido a su antifranquismo, y fue en esa ciudad donde su carrera artística despegó. Allí, se vinculó con otros artistas exiliados, como Antonio Saura y Rafael Canogar, y fue influenciado por el nouveau réalisme y el pop art que marcaban la escena artística parisina de la época.
Durante las décadas de los 60 y 70, Arroyo comenzó a consolidarse como una de las figuras más influyentes del arte europeo. Su estilo, basado en la figuración crítica y la sátira, se caracterizaba por el uso de un lenguaje visual directo y narrativo, que utilizaba para denunciar las contradicciones sociales y políticas. A través de sus obras, Arroyo abordaba temas como la dictadura, el poder, el exilio y la cultura de masas, empleando un estilo figurativo que contrastaba con la abstracción dominante en la época.
En 1982, recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas, coincidiendo con una gran retrospectiva en el Centro Georges Pompidou de París, que lo consagró en la escena internacional. En años posteriores, su obra también fue objeto de importantes exposiciones en museos como el Stedelijk Museum de Ámsterdam, el Musée des Beaux-Arts de Burdeos y la Galerie Maeght de París. La influencia de Arroyo se extendió más allá de las fronteras españolas, consolidándose como uno de los artistas más reconocidos de su generación.
Además de su faceta como pintor, Arroyo se destacó en el campo de la escenografía teatral. Durante más de 40 años, colaboró con directores de renombre, como Klaus Michael Grüber y Jean-Louis Barrault, realizando decorados para prestigiosas instituciones como la Ópera Nacional de París, el Teatro Español de Madrid y el Piccolo Teatro de Milán. Su trabajo en el teatro no solo complementaba su producción plástica, sino que ampliaba su capacidad de expresión visual y narrativa.
En 2007, recibió el Premio Nacional de Arte Gráfico otorgado por la Calcografía Nacional de la Real Academia de Bellas Artes. Su obra gráfica es una parte fundamental de su legado, y ha sido exhibida en grandes exposiciones, como la dedicada por el IVAM de Valencia y el Museo de Bellas Artes de Bilbao, donde destacó su serie Suite Senefelder and Co.
En 2018, año de su fallecimiento, el Jardín Botánico de Madrid le rindió homenaje con la exposición El buque fantasma, que incluyó 38 de sus obras, entre ellas la última que pintó. Este evento fue seguido por un emotivo memorial en el Museo Reina Sofía y el Museo del Prado bajo el título Eduardo Arroyo. En recuerdo, en el que participaron artistas, ensayistas y críticos que reconstruyeron su vida y obra a través de intervenciones simbólicas. Arroyo tiene un lugar destacado en la colección del Museo Reina Sofía, con algunas de sus obras más representativas como parte de su acervo.
A lo largo de su carrera, Eduardo Arroyo no solo dejó una huella imborrable en el arte español y europeo, sino que también fue un referente en la crítica social y política desde el arte. Su capacidad para combinar la estética con el comentario social lo ha convertido en un artista esencial en la historia del arte contemporáneo.

Greta Hammond
Esquel, Patagonia Argentina, 1988
Greta Hammond es una artista visual y Doctora en Artes, Humanidades y Educación, título que obtuvo en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), España, en 2023. Su formación artística se inició en su país natal, donde se licenció y obtuvo el Grado en Bellas Artes por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Argentina, entre 2007 y 2012. Su interés por las prácticas artísticas y la teoría la llevó a continuar sus estudios en España, cursando el Máster en Retos de la Filosofía Contemporánea en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) entre 2012 y 2013, y el Máster en Investigación en Prácticas Artísticas y Visuales en la UCLM entre 2015 y 2016. Además, en 2021 completó un posgrado internacional en Escrituras: creatividad humana y comunicación en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Argentina.
A lo largo de su carrera, Greta Hammond ha participado activamente en el ámbito académico y artístico. Ha sido asistente y docente en talleres e instituciones educativas, transmitiendo sus conocimientos en el campo de las artes visuales. Su labor como investigadora y creadora ha sido reconocida con diversas becas y premios que evidencian su dedicación y su impacto en el mundo artístico.
Entre los reconocimientos obtenidos, destaca la Beca Fundación Carolina para estudios de máster en 2015, una estancia de investigación artística en la Universidad de Arte y Diseño de Laponia en Finlandia y una beca de inicio a la investigación doctoral en Cuenca, España, en 2019. Asimismo, su obra ha sido galardonada en certámenes internacionales, como el 1º premio del VIII Certamen Nacional de Grabado Ex-libris -Xylon Argentina- en 2018. En 2019, recibió el Premio Reconocimiento al Artista Local en el Salón Binacional de Artes Plásticas en Esquel, Argentina. En 2021, fue distinguida con una Mención de Honor en el Certamen de Arte Gráfico para Jóvenes Creadores en Madrid, reflejando su creciente proyección internacional.
Hammond ha desarrollado una producción artística versátil que se nutre de sus estudios y de sus experiencias internacionales. Su obra aborda la intersección entre las prácticas visuales y la exploración filosófica, creando un diálogo entre la creación artística y la reflexión teórica. Su enfoque multidisciplinar se refleja en sus proyectos, que co